Navego contra el viento, haciendo lo imposible me divierto.
Hasta que su objetivo complete, este jinete no se baja del cohete.
Por un campo minado de terrenos peligrosos, me esquive todas las trampas de osos.
Diariamente el sol fue mi testigo y la luna, la que me regalo el camino.
Me caí pero me levante de la primera, como se levantan las flores en primavera, sin rasguños.
Se hace pequeño el universo cuando levanto mis puños.
Le dije a mi coraje: "Antes que te de calambre, cocíname las ganas que mis sueños tienen hambre".
Y los deseos me vieron nacer. Los árboles me vieron crecer. El océano me vio navegar. Las estrellas me vieron cruzar. Las estrellas me vieron llegar. Las estrellas me vieron perder. Las estrellas me vieron ganar. Las estrellas me vieron correr. Las estrellas me vieron volar. Las estrellas me vieron perder. Las estrellas me vieron ganar.
Si se desmayan mis rodillas, si se me cae el cielo, si se desfigura el día y se convierte en hielo, si mi sangre se torna color tu verde frío, si mi valor tiene el estomago vacío, si mis sueños se pelean con la suerte puede que el fracaso abra los ojos y despierte. Pero estoy preparado para los días salados, cualquiera que camine se tiene que haber resbalado.
Caí con todo el peso pero si es fuerte la caída, más impresionante será mi regreso.
Ya no corro, le salieron alas a mis botas. Mi cuerpo navega por el aire, flota.
Voy contra todo, hago sudar al viento.
Cada paso que doy va narrando un cuento.
Hasta mis hazañas se asombran, la historia me persigue porque la convertí en sombra...
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